Mirad a este niño, ahí sentado en su carricoche. Parece un poco crecido, pero si está en un carricoche, será por algún motivo, ¿no?
Pobre niño. Se me ocurre que debe de provenir de algún país en guerra, que ha quedado mutilado y por eso necesita que lo lleven a todas partes en cochecito. O tal vez el pobre acaba de caminar veinte kilómetros para traer agua a su casa y necesita sentarse un rato. Puede ser incluso que el niño tenga algún tipo de parálisis y necesite ayuda para trasladarse.
Puede ser, ¿no? Pues no. Ese niño lo fotografié en Madrid hace poco, y estaba perfectamente sano. Es uno de los tantos niños crecidísimos sentados en su carricoche que me cruzo todos los días por la ciudad. Son niños que apenas caben en la silla, pero que aún con tres, cuatro, cinco e incluso más años, sus padres los siguen llevando en carrito.
Esos niños que están perfectamente sanos y que sus padres siguen llevándolos representan lo que más odio en este país: la anulación de unos niños que están creciendo siendo transportados a todas partes sin mover un solo músculo. ¡Y ellos encantados, lógicamente! ¿Quién es capaz de quejarse cuando le dan todo hecho?
Para sus padres lo más cómodo será seguir llevándoles en carricoche hasta que vayan a la universidad, porque en sus carritos tienen todo un despliegue logístico de chuches por si acaso, abrigos por si acaso, zumos por si acaso, zapatillas deportivas por si acaso... y además, pueden caminar a la velocidad que quieran sin que el niño les retrase.
Porque un niño que camina es un niño curioso. Es un niño que se para a contar los pétalos de una flor, que sigue el rastro de una hilera de hormigas. Es un niño que aprende a enfrentarse a las cosas, que se relaciona con el medio y que, en definitiva, sale de su zona de confort. Pero esos padres no parecen estar dispuestos a pagar el precio de caminar más lento a cambio de tener un hijo con inquietudes por la vida.
Por eso, la actitud sobreprotectora de la gran mayoría de padres españoles está creando hordas de futuros imbéciles que habrán crecido con la vida resuelta, sin ni siquiera la necesidad de caminar, porque ya tuvieron unos padres que les llevaban a todas partes.
Odio que esos padres estén fabricando una generación de imbéciles que no podrán luchar contra las injusticias. O bien estos niños no lo necesitarán porque ya tienen su vida resuelta desde que nacieron (y esta educación es consecuencia del egoísmo de sus padres), o bien no sabrán luchar porque no crecieron aprendiendo que cada camino requiere un primer paso.
Conforme me hago mayor, mis ganas de luchar por una sociedad más justa decrecen al mismo ritmo que el número de años que me quedan por vivir. Pero si tengo que confiar en esta generación de niños cuyos padres les siguen paseando en cochecito sin necesitarlo, me da que el camino de la recuperación, si es que existe tal cosa, aún es muy largo.
Crack, muy grande. ;)
ResponderEliminarAcertada observación de una situación que yo -y una inmensidad, supongo- he observado sin más, o sea, sin efectuar la reflexión que tú haces y que te agradezco: a partir de ahora veré ese mismo hecho de otra manera. He visto también que muchos adultos, capaces de caminar, aunque con achaques, utilizan carritos de inválido con motor para desplazarse a grandes distancias o simplemente "pasear" (por el paseo marítimo, por ejemplo) sin gran esfuerzo. Pero, claro, esta es otra historia. La de los niños "conducidos" es realmente preocupante. Salud(os), amigo.
ResponderEliminar:P ¡Gracias Jare!
ResponderEliminarY Jaramos, sí, no estamos muy lejos de lo que vaticinaba la película "Wall-E".
OLI I7O
¿Nunca has visto un niño con correa? Te juro que yo varios. Como perros. Niños de 3 o 5 años, con una correa de chaleco.
ResponderEliminarBuf, Dylan. He visto fotos de esas, en los típicos Walmarts de Oklahoma y tal... pero si yo viera eso por aquí, no lo dejaría pasar por alto en este blog.
ResponderEliminar¡Un saludete!
OLI I7O
Y porque no has querido pararte a hablar de los niños (que no bebés, es decir, ya creciditos) con chupete...
ResponderEliminarhttp://i.dailymail.co.uk/i/pix/2011/03/07/article-0-0D809DC9000005DC-794_468x727.jpg
Mmm... Opino que no está de más seguir cultivando durante toda la vida la acción de succionar con fruición. :P
EliminarOLI I7O
¡Cualquier fumador te dará la razón!
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